jueves, diciembre 28, 2006

Las Navidades y sus símbolos paganos

Pese a tener oficialmente un significado religioso, la fiesta cristiana de la Navidad procede casi en su totalidad de ritos paganos. Un estudio reciente de Manuel Mandianes lo demuestra.

Las fechas

Desde el siglo IV los cristianos empezaron a celebrar esta nueva fiesta (hasta entonces sólo celebraban la Pascua), que a partir de principios del siglo V, a causa de la progresiva división del Imperio Romano de Oriente y el de Occidente, se separó en dos: en Occidente se celebraba la Navidad, en Oriente la Epifanía.
La fecha del nacimiento de Jesús no se conoce con exactitud. Un viejo mito oriental dice que Mitra, dios protector del orden cósmico y de la justicia humana, que garantizaba los tratados de paz, salió de su roca un 25 de diciembre para arrancar a los hombres de las garras del mal, y añade que unos pastores asistieron a su nacimiento. Más tarde, bajo la influencia de Babilonia, este mismo dios aparece como enviado del Sol con la misión de crear vida en la Tierra.
La tradición cristiana incorporó la fecha del 25 de diciembre para alejar a los fieles de las celebraciones idolátricas y paganas del Natalis Solis Invicti en un periodo de paganismo decadente, en el que el culto al Sol estaba muy en boga. La Iglesia sitúo así el nacimiento de Jesús en el momento del renacimiento del Sol, en el solsticio de invierno.
En el año 1582, el
calendario gregoriano corrigió al juliano en unos pocos días, cambio que los ortodoxos orientales se negaron a aceptar. Es por eso que ellos celebren la Epifanía el día 7 de enero. Con el tiempo, tal vez por costumbre o tal vez para intentar atraerse a la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica instauró el día 6 de enero como fiesta de la Epifanía, adicional a la Navidad (aunque su significado en principio es exactamente el mismo).

Árbol vs Belén

La rivalidad entre el árbol y el belén navideño se inició en el siglo XVI, como materialización del desencuentro entre los protestantes y la Contrarreforma. La Iglesia llevaba por entonces varios siglos representando con figuras el nacimiento del Mesías y la adoración de los Reyes Magos, mientras que del primer árbol de Navidad del que se tiene conocimiento se ubica en Alsacia, en el siglo XV, aunque con muy antiguos antecedentes paganos y druídicos.
La reforma de Lutero
, en el siglo XVI, luchó contra los belenes, en su intento de evitar cualquier forma de idolatría, e impuso el árbol en los países de influencia protestante. El árbol, sin idolatrar figuras, mantenía una simbología religiosa. La reacción de los católicos para popularizar los nacimientos frente al reformista árbol fue modernizarlos; poco a poco los belenes ofrecieron una representación más realista de los hechos y de las personas. Así se llenaron de figuras laicas, los pastores, que representaban todo tipo de oficios y trabajos.

Papá Noel

La figura actual de Papá Noel se inspira en un sacerdote cristiano de origen griego llamado Nicolás, que vivió en el siglo IV en Anatolia y, siendo de familia acomodada, repartió sus bienes entre los necesitados. La transformación de San Nicolás en Santa Claus se produjo alrededor del año 1624. Los inmigrantes holandeses en América llevaron consigo sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, su patrono. En 1809 el escritor Washington Irving escribió una sátira en la que transformó el nombre de este santo holandés en función de su pronunciación angloparlante: Santa Claus.
A mediados del siglo XIX, la figura estadounidense de Santa Claus se ex
portó a Inglaterra, y de allí pasó a Francia, donde se unificó con Bonhomme Noel, un personaje barbudo que vestía de blanco con vivos dorados. De la unión de estos dos seres parte la actual figura de Papá Noel, cuyo aspecto definitivo fue diseñado en 1931 por Coca-Cola.
La costumbre de repartir regalos a los niños por Navidad aparece ya e
n la antigüedad. Roma dedicaba en diciembre fiestas a Saturno (Crono para los griegos), al final de las cuales los niños recibían obsequios. Los niños europeos siguieron recibiendo regalos en épocas posteriores, procedentes de muy distintos personajes, tanto religiosos (los Reyes Magos en España) como paganos (la bruja Befana en Italia).
Con el tiempo, San Nicolás reemplazó a la mayoría de estos personajes. Desde 1822, la visita de Papá Noel se escenifica la víspera de la Navidad. Su instauración tuvo mucho éxito en EE UU desde el comienzo porque satisfacía una necesidad de la sociedad estadounidense, ya que proporcionaba regalos por igual a niños laicos, protestantes, judíos u ortodoxos. En la actualidad es un símbolo pagano aceptado en todo el mundo.

martes, diciembre 19, 2006

Piratas (2/2)

Es en los territorios lejanos al Occidente "civilizado" donde la piratería alcanza mayores dimensiones. A partir de la época colonial, con la introducción de naves rápidas y maniobrables construidas por los Estados, los piratas surcan los mares de las Antillas y de Oriente, tan vastos y lejanos de la metrópolis que se hacen imposibles de controlar por los europeos.

Calaveras, filibusteros y ron

Todo empezó con la gran expansión demográfica en Europa en el siglo XV. Campesinos y pescadores pobres se enrolan en masa en barcos piratas, que se dedican a acechar las rutas de los barcos mercantes españoles en el Atlántico y hacerse con su botín de oro.
A partir de 1566, con la guerra entre España y las Provincias Unidas, Inglaterra apoya a ésta última contratando a corsarios y ofreciéndoles barcos de gran calidad, capaces de medirse de frente a las fragatas españolas. Durante el siglo XVII, sin embargo, el gobierno inglés les fue retirando poco a poco su apoyo. Los corsarios expulsados del favor inglés volvieron a ser puramente piratas e incluso integraron una confederación contra la Navy. Estos van desplazando su actividad paulatinamente hacia Islandia, África, Canadá, para terminar concentrándose en las Antillas.
Los primeros piratas del Caribe (llamados filibusteros, del holandés vrijbuiter) se establecieron encubiertos como mercaderes de esclavos, así hicieron por ejemplo los célebres Hawkins y Drake (de hecho, solían "adquirir" sus esclavos a los españoles para después venderlos ellos legalmente). En el siglo XVII, las islas de las Antillas, ya vacías de indígenas gracias a la exterminación española, fueron guaridas perfectas para ellos. Es conocida sobre todo la Isla de la Tortuga, que acogió a varias bandas de piratas entre 1630 y 1670.
En general, las actividades de piratería se realizaban contra las naves españolas, ya que eran las que prometían un mejor botín, y de esta manera se realizaba un poco de corsarismo contra el enemigo común. Destaca la historia según la cual Cornelis Jol, "Pie de palo", entró en 1635 en Santiago de Cuba con su banda vestidos de monjes franciscanos, saqueando la ciudad. Para proteger a sus galeones, Felipe II creó escuadras ligeras llamadas "armadillas", medida que resultó muy efectiva.
Paralelamente surge otro tipo de traficantes, los bucaneros, que no son piratas en sí. Estos europeos ocuparon algunas islas, en grupos de 15 a 20 hombres, donde aprendieron de los indios la técnica de conservación de la carne por ahumamiento (o bucán). Establecieron puestos de aprovisionamiento, no oficiales aunque conocidos por los comerciantes y piratas, y fueron generalmente muy respetados por unos y otros.
Aunque los filibusteros eran piratas más rudos que los que existían en el Mediterráneo, no es cierto que fueran sádicos, como se les representa tantas veces. De hecho, evitaban la violencia a menos que fuera necesaria, salvo raras excepciones. Más bien realizaban una guerra psicológica, atemorizando y amenazando a sus víctimas. Una de sus técnicas de miedo fue la mítica bandera de huesos y calaveras, la "Jolly Roger", aunque realmente no se empezó a utilizar hasta finales del siglo XVII. Hasta entonces se utilizaban banderas nacionales o monocromáticas (rojas o negras).
A partir de 1650, Holanda, Francia e Inglaterra utilizan a piratas, prisioneros y soldados para colonizar algunas islas de las Antillas (Curaçao, Jamaica, Martinica). De esta manera, surgen de entre ellos algunos de los grandes piratas de la Historia, como Morgan, De Graaf, Nau "l'Olonnais" y Teach "Barba negra". Sin embargo, ningún Estado apoyaba ya a los corsarios, y se llevó a cabo una represión generalizada. Estos últimos piratas terminaron cambiando de actividad hacia otras mas legales (Morgan fue gobernador de Jamaica y De Graaf hizo negocios en Missouri), o muriendo trágicamente. A mitad del siglo XVIII, la piratería prácticamente deja de existir.

Piratas de Oriente

También en el extremo Oriente la piratería fue actividad común. Desde los primeros intercambios comerciales, las ciudades de Cantón y Macao son las mas ricas de la zona gracias a su situación enmedio de las rutas. También por eso los principales ataques y nidos de piratas se concentraron en esa zona, destacando los Tanka chinos, aunque también extranjeros como los filipinos, vietnamitas y japoneses (llamados Wokou).
A principios del siglo XIX se formó una confederación pirata, constituida por piratas autóctonos chinos, cuya actividad estaba enfocada en el asalto de los barcos europeos. Era una confederación muy bien organizada, que pese a otorgar autonomía de acción a cada pirata, tenía una reglamentación sobre resolución de conflictos, tácticas, normas de conducta y reparto del botín. Incluso poseía un Fondo Público al que contribuían todos con una parte de sus botines.
Sin embargo, a partir de la Guerra del Opio, ingleses, americanos y franceses lanzaron una campaña que terminó con la confederación, y donde la inferioridad de éstos frente a los barcos de vapor fue abrumadora. A partir de este momento, los occidentales tomaron el relevo definitivo en el comercio y contrabando de especias, opio y esclavos.

domingo, diciembre 10, 2006

Piratas (1/2)

La piratería existe desde que los primeros marinos se hicieron a la mar, ya que era una forma de buscar beneficios económicos para los pobladores de las costas, normalmente pobres. En un principio no era una actividad condenable, siempre que no se hiciera contra conciudadanos. Era más bien lícita, e incluso loable, cuando la presa era extranjera. Homero ya inmortalizó en sus escritos las aventuras de Aquiles y Menelao, que no dudaban en realizar correrías lucrativas en territorio enemigo, y de Ulises, que estableció su guarida en la isla de Ítaca.

El Mediterráneo antiguo

Con la desaparición de la civilización minoica, deja de existir un claro dueño del Mediterráneo. Desde que las ciudades-estado empiezan a surgir, este mar se convierte en una frecuentada ruta comercial, a la vez que insegura. Piratas etruscos y tracios asaltan periódicamente las costas griegas y del sur de Italia. Los fenicios, que asocian sin reparos los conceptos de la piratería y el comercio, nutren su mercado de esclavos de esta manera. La isla de Creta se convierte en el nido de piratas por excelencia del Mediterráneo. No fue hasta el siglo VI aC que Atenas llevó a cabo la primera campaña contra los piratas para intentar traer paz en sus rutas comerciales. Es entonces también cuando se comienza a reprobar el hecho de ser pirata, cuando la actividad busca un beneficio individual en lugar de para la comunidad.
Roma tuvo serios problemas con los piratas cilicios, que asolaron Sicilia y llegaron hasta Ostia. Parece ser, incluso, que Julio César fue tomado prisionero por los piratas cuando era joven (aunque inmediatamente después de ser liberado buscó ayuda, los apresó y los mandó crucificar). En el siglo I aC, Pompeyo toma Cilicia, y da a los piratas una inteligente elección: enrolarse en la armada romana, o ser esclavizados. Durante siglos, el "Mare Nostrum" fue un lugar seguro para el transporte y el comercio romanos, no llegando nunca sin embargo a imponer su autoridad en las costas atlánticas.

Piratería medieval

Después de Roma, Bizancio se convirtió en la mayor potencia mediterránea, pero al no controlar la totalidad de las costas, tuvo que hacer frente continuamente a piratas narentinos, cilicios y norteafricanos. En 1204 Constantinopla es conquistada por los cruzados, los cuales comienzan a realizar actos de piratería en las costas orientales y establecen un lucrativo comercio de esclavos árabes y turcos. Las rutas comerciales de genoveses y venecianos también fueron vigiladas y asaltadas por catalanes, sicilianos y malteses. De esta época surge la expresión "far il corso", literalmente hacerse su camino, utilizada por marinos que se alistaban en buques piratas para salir de su situación de pobreza. De ahí la palabra moderna "corsario".
En el Mar del Norte, las estaciones de primavera y otoño, con las densas nieblas, lo hacían un escenario ideal para la piratería. Primero vikingos en las costas, y luego bretones, irlandeses y bordoleses en las rutas comerciales de barcos ingleses, holandeses y bálticos. En el siglo XIV surge la Hansa, una agrupación comercial entre ciudades septentrionales, con el objetivo de ofrecer protección mutua. Sin embargo los acuerdos raramente se cumplían, y mientras tanto cada señor tenía piratas a su servicio para actuar contra otras ciudades.

Edad de oro y decadencia

A partir del siglo XVI el tema de la piratería se vuelve cuestión política. Los grandes Estados comienzan a influir en ella, tanto financiando buques piratas como firmando acuerdos anti-piratería con otros estados. Como consecuencia de la influencia de los estados, los nuevos corsarios disponen de barcos más modernos y sofisticados, dando lugar a una auténtica edad de oro de la piratería. Destacaron sobre todo las ciudades portuarias de Argelia (Bujía, Orán, Argel), que fueron protegidas y financiadas por los reinos musulmanes, especialmente el otomano y el nazarí de Granada, utilizando sus corsarios como un arma para debilitar la influencia de las naciones cristianas. Es la época de los hermanos Barbarroja (Baba Aruj y Khaid ar Din) que, asociados al Imperio Otomano, provocaron cuantiosas pérdidas a la flota española.
A partir del siglo XVII, las molestias causadas por los corsarios a sus propios protectores hacen que éstos les retiren progresivamente su apoyo. En el siglo XVIII las armadas de Inglaterra, Francia y las Provincias Unidas eran lo bastante poderosas como para controlar la decadente actividad pirata, que terminó desapareciendo un siglo más tarde.

miércoles, diciembre 06, 2006

Una noble águila o un pajarraco carroñero?

Después de la Guerra de la Independencia Americana, el Congreso Continental de los recién creados Estados Unidos decidió que era necesaria la creación de una serie de símbolos que representasen al nuevo país. Entre ellos, una comisión fue designada para elaborar el diseño del que sería el Gran Sello estadounidense, utilizado desde entonces para representar el escudo de armas y el presidente, entre otras instituciones. Esta comisión estaba compuesta de tres hombres: John Adams, Thomas Jefferson y Benjamin Franklin.
Una de las discusiones más acaloradas entre los dos últimos trataba sobre la elección de un ave a incluir en el estandarte, que representara el espíritu y la moral de la nueva nación. Jefferson propuso al águila calva (o pigargo de cabeza blanca), un ave endémica de Norteamérica y con una mirada altiva y vigilante. Un pájaro de este porte, pensó, no puede ser más que noble y valiente.

Un ave de costumbres poco elevadas

Sin embargo, si nos atenemos a las observaciones hechas por biólogos y naturalistas sobre el comportamiento de esta ave, como las obras de Mark Catesby y Meriwether Lewis, nos daremos cuenta de que este pájaro es precisamente todo menos noble y valiente.
El pigargo de cabeza blanca es carnívoro, pero no es un buen cazador. Casi siempre se nutre de carroña de animales muertos o de restos abandonados por un águila imperial. Para comer peces se suele acercar por los trayectos de migración de los salmones, comiéndose aquéllos que han muerto durante su recorrido. O espera pacientemente a que un águila pescadora, muy hábil en la caza de peces al vuelo pero más pequeña que el pigargo, atrape un pez para posteriormente robarle la comida. Con un águila imperial, en cambio, nunca se atreve a enfrentarse, pese a ser de su mismo tamaño.

Analogías

Benjamin Franklin nunca apoyó al pigargo para el símbolo de los Estados Unidos. Dijo de él, en una carta a su hija, que "es un ave inmoral, no vive honestamente. Se le puede ver posado sobre un árbol cerca del río, demasiado vago para pescar por sí mismo, observa la labor del águila pescadora, y cuando esa ave diligente se dispone a llevar su caza para alimentar a su familia, el pigargo le persigue y se la roba". Franklin propuso la figura del pavo como emblema, un ave según él más valiente y altiva.
El 20 de Junio de 1784 el Congreso apoyó a Jefferson y aprobó al pigargo como parte del Sello. Intuía Jefferson cómo serían en el futuro las relaciones de los Estados Unidos hacia países políticamente débiles y en situaciones en que se mediría con alguien de su talla? Las guerras de exterminio contra los nativos americanos, la fagocitación económica de Sudamérica, la rapacidad con los recursos petrolíferos, la venta de armas a países en guerra civil... y a la vez la negación de ayuda incondicional a Europa durante la invasión nazi, el juego político llevado con la Unión Soviética (otro pigargo, pero un poco más insensato), o la que promete ser una poco heroica retirada de Irak... Realmente, el pigargo le va de maravilla a este emblema. Vaya humor negro el de Jefferson.