El primer uso de las armas combinadas se dio en el ejército sueco durante la Guerra de los 30 Años. Esta interacción sin precedente entre infantería, mosqueteros, caballería y artillería, que introdujo el rey Gustaf Adolf de Suecia, supuso el comienzo de la guerra moderna.
Hasta el siglo XVII, las tácticas se parecían mucho a las usadas en la baja Edad Media. Bloques de infantería y caballería actuaban separadamente, mientras que la artillería era una pesada e inmóvil unidad de soporte y asedio. La misma caballería había perdido la propiedad de asalto relámpago que la había caracterizado, ya que se basaba en jinetes con armaduras pesadas que realizaban tímidos movimientos de ataque de pistola y retirada, llamados "caracol". La formación de infantería era el "tercio", un enorme grupo compacto de piqueros rodeado por arcabuceros, donde las largas lanzas de los primeros proporcionaban protección a los segundos. Como las primeras armas de fuego eran de corto alcance y lentas para disparar, esta estructura conservadora resultó bien al Imperio Español de la época, pese a conferir a la guerra una completa falta de ofensiva. Con la introducción de la artillería de campaña, se volvió un objetivo muy vulnerable.
La revolución Gustaf
Gustaf había desarrollado un nuevo ejército, donde la movilidad adquirió especial importancia. Como primera medida, redujo las armas y armaduras de los soldados, incluso a simples arneses en el caso de la caballería. Las picas se redujeron a 3 metros (en vez de 6), y se fabricaron mosquetes más ligeros, de forma que ya fuera necesario el "tenedor" para sujetarlos.
Se abolieron los tercios de la escuela táctica española. La infantería de Gustaf usaba formaciones lineales, mucho más móviles y fácilmente ordenables de fila a columna. Los mosqueteros podían todos disparar al mismo objetivo y rápidamente alternar diferentes líneas de fuego. La táctica también cambió: normalmente disparaban todos en ráfagas, en vez de individualmente provocando un efecto psicológico al enemigo. Justo después del disparo, una carga de piqueros (con sus nuevas picas maniobrables) aplastaba al enemigo debilitado. Esta combinación devolvió a la infantería el papel ofensivo que había perdido.
La caballería sueca también se inclinó por el efecto sorpresivo de la carga. El caracol era inefectivo a causa de la baja eficacia letal de la pistola. Los jinetes de Gustaf avanzaban en trote disparando sus pistoles y luego cargaban a galope con espadas, especialmente contra objetivos vulnerables, como caballería en retirada de caracola o artillería. Además, la caballería era soportada por unidades de mosqueteros, dándole más capacidad defensiva.
Sin embargo, la mayor mejora fue la de la artillería. Gustaf y su jefe de artilleros, Lennart Torstensson, decidieron crear un tipo de artillería ligera de piezas de "sólo" 150 kg (frente a los 1500 kg de los cañones tradicionales). Esta nueva artillería podía seguir sin problema los desplazamientos de infantería y caballería, actuando como un soporte efectivo a corto alcance durante todo el tiempo. Estas unidades de artillería ligera, además, no fueron asignadas a un regimiento exclusivo. En vez de eso, cada regimiento de infantería o caballería estaba provisto de varias piezas de artillería a las órdenes de su mismo comandante. Este aspecto aparentemente simple mostró ser esencial, ya que nunca se había dado este caso de escisión antes.
Resultado? La Liga Católica Alemana fue masacrada en la batalla de Breitenfeld, comenzando la época del Imperio Sueco. Las tácticas militares antiguas fueron inmediatamente abandonadas y reemplazadas por las de Gustaf. El mismo Napoleón consideró a Gustaf como uno de sus inspiradores militares.
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